Gabriel Garcher, en la revista B Face Magazine definía los Millenials (en primera persona, como parte de esa generación) como “optimistas, seguros, sensibles, comprometidos, y con las ideas muy claras”. Y con semejantes mimbres, han decidido cambiar el mundo de las bodas y casarse a su manera.
Los nacidos entre 1980 y 1995, conocidos como la Generación Y, nativos digitales, que han crecido en el cambio de milenio, han decidido que lo de las bodas tradicionales no va con ellos, y prefieren darse el sí quiero atendiendo preferentemente a sus gustos y su personalidad.
Y ello implica muchas cosas, la primera y más importante, la toma de decisiones. Porque los Millenials se casan con una edad media de 31 años, se piensan mucho más darse el sí quiero (el 40% son hijos de padres divorciados) y antes de unirse para siempre a alguien quieren estar muy seguros de lo que hacen y haber vivido, estudiado, viajado y experimentado.
El hecho de que se casen más mayores les da asimismo un mayor empoderamiento económico, suelen ser ellos los que pagan la boda y por ello invitan a quien ellos quieren. Las familias y sus compromisos dejan de tener tanto peso y se piensa más en los amigos, en celebrar una fiesta. Nada de invitar al primo tercero del pueblo o a los socios de los padres. Los novios deciden.
Claro, al llevar ellos las riendas económicas, se mira más el gasto y se buscan fórmulas para que las bodas sean más asequibles y a la vez, con mayor encanto.
Dicen que una de las principales características de los Millenials es el hedonismo, y eso en una boda se traduce en la personalización y la customización, con la naturalidad como norma. Los novios buscan ante todo que la unión refleje quiénes y cómo son, en ceremonias con significado, una ambientación cuidada en cada detalle…
Algunas de las características de las Bodas Millenial son:
Vestidos de novia cero encorsetados, ligeros, fáciles de llevar, de esos con los que puedes bailar hasta el amanecer, y por qué no, low cost.
Los zapatos, con color, personalidad y sobre todo, cómodos.
Los complementos, mejor con una historia detrás.
Bodas llenas de detalles hechos a medida de los novios.
Imprescindible, un hashtag de la boda, que debe ser social friendly.
Son bodas de destino, en espacios distintivos, sea una fábrica, un invernadero, la playa o el jardín de la casa de tus padres.
Nada de reglas, el menú puede contener desde migas del pueblo como homenaje a tus orígenes a sushi y comida vegana.
Adiós pastel de bodas, hola mesas dulces en las que cada uno puede escoger lo que quiera y repetir. ¡Ah! Y se llevan los naked cakes o pasteles sin cobertura, rellenos de crema o frutas.
En definitiva, una Boda Millenial es el reflejo de una generación que quiere vivir las cosas a su manera, que prefiere controlar cada aspecto de la ceremonia, que más que una boda plantea una fiesta con los amigos, que huye del protocolo y en la que se tiene claro que lo importante es ser uno mismo junto a la persona que se ama. ¿Será la tuya una de ellas?