Quedan apenas unas semanas para el gran día y los nervios comienza a apoderarse de ti. ¿Qué errores no debes cometer y qué ideas te ayudarán? Sigue leyendo, nosotras te lo contamos.
Los días previos a la boda son el momento de confirmar con los proveedores las direcciones y horarios para que el día de la boda no tengas sorpresas ni más nervios de los necesarios. Aunque si contratas un servicio de wedding planner como el nuestro, nosotras nos encargamos de todo.
También debes dejar preparada con antelación la maleta de la luna de miel y el check in de los billetes de avión.
Los días previos a la boda toca además disfrutar de un buen masaje o de una sesión de yoga. ¿Para qué? Para alejar los nervios.
Aprovecha también para hacerte un peeling facial y el día antes, la manicura.
NO a los cambios de última hora injustificados, cambiar la organización de la boda en el último minuto conlleva nervios e incertidumbre.
Tampoco te lances a tratamientos cosméticos agresivos como un peeling facial o inyectarte botox, corres el riesgo de que no te guste el resultado y sea demasiado tarde para cambiarlo. Y no, el autobronceador no es buena idea.
Nada de dietas rigurosas que te pueden quitar energía y no son beneficiosas para tu salud. Eso por no hablar de lo mal que queda un vestido demasiado grande. Estás estupenda, cuídate pero siguiendo los consejos de un profesional y con mucha cabeza.
Y para terminar, la semana antes de la boda no es el momento de un corte arriesgado de pelo, o de hacerte un tatuaje. En este caso además deberás llevarlo tapado y puede provocarte molestias.
Lo importante realmente durante los días previos es disfrutar, y tratar de coordinar los últimos detalles, no recomendamos proponer ideas o cosas nuevas que sumar a las ya planificadas… ¡tranquila va a ser un día genial!