El pasado 4 de julio acompañamos a Patricia y Vianne en el día de su boda. La ceremonia se celebró en un entorno mágico, el Jardín Botánico Histórico de La Concepción y allí, para refrescar a los invitados a su llegada, instalamos una mesa con una deliciosa limonada y agua fresquita.
La celebración tuvo lugar en el Castillo de Santa Catalina, donde nos encargamos de la decoración, de lo más viajera, además de acomodar a los invitados, la mesa de firmas, el photocall… Para ello, empleamos cajas de madera y tarros de cristal con flores frescas, todo con un aire colorido y natural. Los propios novios habían elaborado muchos de los detalles, nosotras nos encargamos de que cada elemento estuviera en su sitio y todo saliera a la perfección ¿Os habéis fijado en detalles como la blonda en los tarros, los asientos de los novios y la decoración con limones? Con imaginación y un poco de maña se pueden crear rincones llenos de encanto. ¡Nos encantan las bodas así!
Como además muchos de los invitados no eran de Málaga, nos encargamos de organizar un almuerzo postboda en El Balneario Baños del Carmen. Allí, además de disfrutar de una de las mejores vistas de Málaga, los invitados pudieron conocer mejor la gastronomía malagueña como el pescaíto frito y los espetos entre otras muchas delicias.
¿Qué os parece? ¿Qué detalle especial no faltaría en vuestra boda ideal?