El Castillo de Santa Catalina fue el espacio que escogieron Raquel y Antonio para celebrar su boda, que nosotras coordinamos. Aunque tenían las cosas muy claras y estaban muy implicados, quisieron contar con una wedding planner para estar seguros de que todo salía tal y como ellos habían soñado. Residentes en Madrid, escogieron Málaga para casarse y nosotras estuvimos encantadas de ayudarles.
Los invitados llegaron en autobuses, que coordinamos para que no tuvieran ningún tipo de inconveniente en los desplazamientos, parking y por supuesto, la vuelta a casa tras la boda. Una vez que llegaron al Castillo, los invitados fueron recibidos por un precioso bodegón muy otoñal con flores burgundy y tonos anaranjados como base. Y es que esta tonalidad, el burgundy (tono cercano al burdeos y al vino tinto), era el protagonista del enlace y sobre esa base trabajamos la decoración de la ceremonia civil, a base de musgo, castañas, fruta y flores. ¡Quedó genial y con todo el encanto y la calidez de las bodas de otoño! De ello se encargaron los grandes profesionales de La Buganvilla.
Y es que las bodas en esta época son especiales… aunque también te puede llover. En este caso cayeron algunas gotas durante la ceremonia pero afortunadamente todo quedó en una anécdota con risas.
Ya sabéis que nos encanta que la personalidad de los novios esté presente en cada momento de la boda, ¡al fin y al cabo es su día! En el caso de Raquel y Antonio, que son una pareja rockera donde las haya, eligieron para entrar en la ceremonia ‘Highway to Hell’ de AC/DC en el caso de Antonio y ‘I don’t want to miss a thing’ de Aerosmith para Raquel. La salida tuvo como banda sonora ‘Learn to Fly’ de Foo Fighters, todas ellas canciones muy suyas, ¡y no metían más caña porque temían no gustar a los demás! Eso sí, contaron con todo nuestro apoyo porque nos encantan las cosas que se salen de lo habitual.
Tras la ceremonia comenzó el cóctel-almuerzo que estaba organizado con puestos, y ante todo tenemos que destacar la profesionalidad de Lepanto, a pesar de la previsión de lluvia y de que los novios decidieron hacerlo todo en exterior. Y es que cuando comenzó a llover no se pudieron ver los preciosos puestos decorados para la ocasión y hubo que plantear alternativas sobre la marcha. Tenemos que agradecer el trabajo a todo su equipo porque los invitados quedaron encantados con la forma en que se presentó todo, ¡es lo que tiene trabajar con grandes profesionales!
Cuando el cóctel iba por la mitad llegó uno de los momentos más especiales, ya que los novios decidieron entregar un regalo a sus familias dedicándoles unas palabras llenas de emoción con las canciones de fondo: ‘Dear God’ de Avenged Sevenfold y ‘Everlong’ (Acoustic Version) de Foo Fighters. ¡Quedó genial y gustó muchísimo!
Casi al final del cóctel-almuerzo Raquel decidió entregar su ramo a una de sus mejores amigas dedicándole unas preciosas palabras con un fondo muy especial, la canción que tantas veces escucharon juntas, ‘I want it that way’ de los Backstreet Boys.
Cuando finalizó el cóctel pasaron a la zona de baile, en el techo de la pista les sorprendieron globos blancos perlados y bengalas que repartimos a los invitados para que las encendieran durante el baile. El tema además no podía ser más romántico, ‘Can’t help falling in love’ del Rey del Rock, el gran Elvis Presley. Y cuando terminó, también eligieron una canción para entregar unos regalos a los amigos que les habían organizado la despedida.
Comenzaba la fiesta por todo lo alto, con un rincón de gin tonic, una mesa dulce que encantó, nuestro carrito de chuches repleto, zapatillas para las señoras, un hangover kit para que el día siguiente nadie tuviera resaca y un detalle que nos encantó, una mesa con piedras recogidas de las playas de Málaga para que los invitados dejaran mensajes o un nombre en ella. Tampoco faltó un libro de firmas y un gesto que nos encantó, un rincón con imanes de la Protectora de Animales y Plantas a quienes los novios realizaron una donación con motivo de la boda.
Por no hablar de la música y el photocall, que fue el centro de atención de los invitados. Ellos querían música en directo y tuvieron un espectáculo increíble a cargo de The Bottomless con la fabulosa voz de Vicky Madera. ¡Fue tremendo!
Y como siempre, para terminar, queremos agradecer a todos los que nos ayudar a hacer posible cada boda, nuestros colaboradores Autocares Daga, Floristería la Buganvilla, Toni Solis como maestro de ceremonias, Lepanto por supuesto con su gran maitre Javier, Sapaflash, grupo The Bottomless y Oleglobos. ¡Gracias a todos!
Y a Raquel y Antonio, deciros que ha sido un auténtico placer coordinar y organizar con vosotros la boda que tanto soñabais. Sois una pareja muy entrañable, con grandísimo corazón y buen carácter. Siempre os recordaremos como «la pareja rockera». ¡Sed felices!