Puede ser una opción original y más que perfecta. Aquí te damos todas las claves.
Si quieres celebrar una boda que se salga de lo convencional, también puedes hacerlo a través de la comida, incorporando nuevas fórmulas frescas perfectas para celebraciones dinámicas. Por ejemplo, el brunch.
Esta palabra es una mezcla de desayuno y almuerzo y nació en Estados Unidos como ese desayuno tardío que se realiza el domingo si te levantas tarde y casi se junta con la cena. Muy de moda, cada vez son más los establecimientos que los están incorporando a las cartas e incluyen elementos del desayuno como cafés, tés, zumos, limonadas y dulces con otros del almuerzo como platos salados y sandwiches. Y para terminar, una copa de champán.
¿Y cómo se puede incorporar el brunch a una boda? Pues por ejemplo en enlaces que se celebran por la mañana, con aire informal y en los que no se quiere recurrir al clásico almuerzo. ¿Nuestra recomendación? Aprovecha para presentar distintos tipos de comida tipo buffet, con foodtrucks o puestos de comida ambulante y con una decoración y presentación muy cuidadas. De todo eso, si quieres, nos encargamos nosotras.
Si además cuentas con un grupo de música en directo, ¡mucho mejor!
También puedes probar incluso a servir churros con chocolate caliente, al fin y al cabo, ¡es un desayuno!
Nuestra recomendación es que dado que es una comida informal y diferente, apuestes también por una distribución de los invitados diferente, en plan picnic, con mantas en el suelo del jardín, almohadones… ¡Salte de lo habitual!
Otra forma de incorporar los brunch a las bodas es en las denominadas celebraciones de 72 horas que incluyen un desayuno o una barbacoa el día después. Será la forma perfecta de disfrutar de un fin de fiesta con los más allegados y de una forma más relajada. Y como ese día no os va a apetecer madrugar, el brunch es sencillamente perfecto.
Si estás organizando tu boda y necesitas ayuda, ¡contacta con nosotras! Queremos ser tu hada madrina. 😉