En las bodas cada vez se pronuncian más discursos, a cargo de los amigos y familiares de los novios (sobre todo en enlaces civiles) y que sin duda consiguen sacar el lado más emocional a los asistentes, y alguna que otra lagrimita. Además, e influidos por la cultura anglosajona, cada vez se pronuncian más discursos durante la celebración pero, ¿cómo sacar el mejor provecho a esos minutos?
Un discurso tradicional nace con una presentación, desarrolla un cuerpo y termina con un desenlace o cierre, y si estás un poco perdido es la mejor estructura que puedes seguir.
Por ejemplo, en la presentación puedes explicar quién eres y cuál la relación que te une con los novios, si eres amig@, herman@, padrin@… y presentar un poco el discurso. Es una parte breve porque recuerda que un discurso no debe alargarse mucho.
Para cerrar esta parte, introduce una anécdota o una cita que arranque una sonrisa a los invitados y ayude a eliminar los nervios y, sobre eso que has contado, comienza a desarrollar el cuerpo de tu discurso.
El cuerpo tiene que estar ordenado y que hablar sobre un tema, por ejemplo hilando anécdotas que destaquen la mejor cara de los novios, momentos que habéis vivido juntos, vuestra historia… Y siempre, con un toque de humor.
Si queréis, podéis apoyaros en algún texto o canción que signifique algo para vosotros. Nuestra recomendación: que ante todo seáis sinceros y habléis desde el corazón, que seáis auténticos porque el resultado quizás será más sencillo, pero mucho mejor.
Es importante que os sintáis cómodos y que tanto vosotros como los novios disfrutéis de ese momento.
Y si por ejemplo, se os da mal hablar el público pero no cantar, ¿por qué no hacer un discurso en forma de canción? Aquí os dejamos un ejemplo.
Y ya para terminar, el cierre del discurso, en el que hacéis un pequeño resumen de todo lo anterior y si por ejemplo estáis en la ceremonia civil les dedicáis a los novios toda la felicidad del mundo y les decís lo mucho que significan para vosotros. En el caso de la ceremonia, lo mejor es indicar a los invitados a que alcen sus copas y cerrar con un brindis por el nuevo matrimonio.
Consejos
Ensaya antes, para que los nervios no te traicionen.
Podéis escribir y pronunciar el discurso entre varios.
Si no se lee, el resultado es más natural.
Hablad de vuestra propia experiencia.
Disfrutad el momento, ¡adiós a los nervios!