Bueno, ante todo, esperamos que nadie tenga dudas sobre de qué pregunta estamos hablado, que no tiene nada que ver con el origen del Universo ni otras grandes dudas filosóficas. La gran pregunta es, a la vez, muy sencilla:
San Valentín puede ser el momento perfecto para formularla, la gran fecha del amor y los enamorados. Pero hay que prepararla bien porque una vez que se hace hay que ir a por todas, ¡a por el sí!
Y como nos encantan los momentos románticos y las bodas hemos querido echaros una mano con algunas ideas.
Lo primero que tienes que plantearte es qué tipo de pedida quieres, una íntima o una más espectacular y pública.
En el primer caso, te proponemos que la invites a cenar a un lugar especial para los dos, que puede ser incluso la propia casa, la llenes de pétalos y contrates música en directo. Y que se lo encuentre cuando llegue. No pueden faltar ni el anillo ni el champán. ¡Caerá rendida a tus pies!
Otra opción es darle una sorpresa cuando entre al baño o al dormitorio, y que se encuentre escrita la gran pregunta en el espejo o dibujada con flores en la cama. ¡Te dirá que sí!
Últimamente están muy de moda las pedidas espectaculares en plena calle, desde un lil dub a que de repente un músico callejero interprete vuestra canción. ¿No sería un auténtico momentazo?
Porque esa es otra cosa, cuando estés preparando la pedida, pregúntate qué es lo que más le gusta, o qué sitio por ejemplo es especial para vosotros. ¿Por qué no recrear vuestra primera cita?
Todavía quedan unos días por delante, así que… ponte manos a la obra y si lo necesitas nosotras te echamos una mano. Objetivo: Sí, quiero.