Cuando te casas lejos de tu lugar de residencia, recurrir a un profesional es la solución perfecta para que todos los preparativos funcionen como un reloj y disfrutes de la organización de tu boda sabiendo que todo saldrá bien.
Eso fue lo que hicieron Esther y Jose, él de Málaga y ella de San Sebastián, que se dieron el sí quiero en Bahía de Tanit, en Torre del Mar. En este precioso lugar puedes casarte a la orilla del mar y después celebrar la boda en el exterior.
En el momento de comenzar los preparativos, vivían en Londres, ciudad a la que ambos, enfermeros de profesión, se mudaron para aprender el idioma y trabajar, como tantos jóvenes de su generación. Actualmente, viven y trabajan en San Sebastián, pero quisieron celebrar su boda en Málaga.
Nada más llegar a la boda, los invitados se encontraron con un rincón de bienvenida compuesto por cajas blancas, escaleras y flores (paniculata y margaritas blancas), así como un rincón de limonada para refrescarse un poco.
Pero si tenemos que destacar algo, eso fue la llegada de los novios, con sus respectivas madres como madrinas. Y es que días antes, en nuestra oficina, mientras repasábamos todos los detalles, Esther nos dijo que al contrario de lo que es tradicional, la primera persona a la que quería ver y a la que quería abrazar era a Jose, estar y hablar con él antes que con nadie. Un momento de esos que se quedan grabados… ¡y es que hay miradas que lo dicen todo!
Tampoco siguió Esther lo “normal” en las novias en cuanto al color y apostó por el amarillo, tanto en el ramo (precioso de rosas amarillas) como en la decoración, combinado con azul.
Como maestros de ceremonia actuaron la hermana de Esther y uno de los mejores amigos de Jose, con los que la emoción estuvo en todo momento a flor de piel, especialmente durante el ritual de la arena. Una vez terminada, los invitados pasaron al cóctel mientras los novios aprovecharon para hacer algunas fotos de la mano del grandísimo profesional Daniel Díaz.
Llegaba el momento de sentarse y los invitados pudieron buscar su sitio en seating el hecho con palets y mesas colgadas. Y claro, para que se notara que estábamos en Málaga y dado que muchos de los invitados eran de fuera, en los centros de mesa no faltó la biznaga junto a velas de distintos tamaños. ¡Quedó espectacular!
Los regalos tuvieron un carácter muy personal, con pacharán casero hecho por la madre de Esther y la pegatina de la botellita diseñada por Jose, que además estaba muy orgulloso de ello.
En la barra libre no podía faltar nuestro infalible carro de chuches, una mesa con una cámara Polaroid y un álbum en el que los invitados podían pegar su foto y dejar un mensaje. Y ¡sorpresa!, algunos de sus amigos les regalaron una cabina de vídeo en la que les pudieron dejar mensajes, un detallazo que encantó tanto a los novios como a los invitados.
Una boda preciosa y divertida que fue posible gracias a la colaboración de Bahía de Tanit, desde Amelia y Alejandra al resto de su personal. Se portaron genial y nos ayudaron en todo momento. También a Letras&Bodas que puso la cabina de vídeo, Daniel Fotografía por sus fabulosas fotos que estamos deseando ver… ¡Gracias!
Y como no, a Esther y Jose, porque desde que os conocí por Skype supe que ibais a disfrutar de la boda como ha sido. Sabíais lo que queríais y cómo, y eso nos facilita mucho nuestro trabajo. Han sido pocas visitas a Málaga pero muy aprovechadas. 😉 Muchas gracias por contar con nosotras para la organización de una boda tan fantástica. ¡Sed muy felices!