El día de tu boda está lleno de instantes de esos que se graban en la memoria, de ojos llenos de brillo y amor, de alegría, de emoción. Por eso quizás es imprescindible un buen fotógrafo que plasme en imágenes todos los sentimientos, detalles e instantes de un día que recordarás toda tu vida.
Nosotras te recomendamos que busques a un buen profesional, para ir sobre seguro porque son imágenes simplemente irrepetibles. Como tu vestido de novia, ese que observas colgado mientras te maquillan y peinan, a ese al que tanto tiempo e ilusión le has dedicado, al vestido.
Como las miradas felices e ilusionadas, cómplices, de las personas que te acompañan en esos momentos íntimos de espera, de preparar la llegada al altar.
Como la mirada del novio la primera vez que te vea, ¡y de esa queremos un primer plano por favor!
Busca un fotógrafo que capte los votos y los momentos clave, pero también que sepa ver detalles, manos unidas, las miradas que os dedican los padrinos y como no, vosotros mismos. Que después os deje a solas y capte ese momento, la intimidad y la felicidad de los recién casados. Vosotros dos, solos. Y mira que a veces ese momento tendrá más gente a alrededor, pero sabréis, y el fotógrafo a través del objetivo también, que no es así, que sólo sois tú y él.
Y besos… que en vuestro reportaje no falten los besos.
Dile que no tenga prisa por irse, que cace instantes en la ceremonia, que os haga fotos con los grupos de personas más importantes de vuestras vidas, con vuestros amigos, los de siempre, los que os han acompañado hasta ese día.
Que se quede hasta tarde, que pille el baile pero también los momentos de alegría y desfase.
En definitiva, cuando tengas que buscar el fotógrafo, quédate con un buen profesional que te haga sentir cómoda, que entienda el concepto de boda que estáis preparando, que sea el testigo del día más mágico. Y que lo convierta en imágenes que siempre estarán con vosotros. ¡Ah! Nosotras podemos ayudarte.