Lo mejor de este trabajo son los novios. Parejas como Ana y Salva que, enamorados, compenetrados y felices, ponen en tus manos el día más feliz, el de su boda. La suya tuvo lugar el 17 de septiembre en la iglesia de San Agustín, en el centro de Málaga, decorada para la ocasión por Floristería La Buganvilla, quien también se encargó del precioso ramo de hortensias de la novia y de los ramilletes del novio y del padrino.
Una boda que comenzó ya por todo lo alto con la llegada de la novia, que causó más expectación de la ya habitual al hacerlo en un coche de época alquilado para la ocasión. Si además le sumamos que el tiempo acompañaba y que hizo un día precioso, el resultado fue… ¡espectacular!
El cóctel tuvo lugar en el restaurante Naturalmente de Baviera Golf. El color predominante en la decoración fue el azul, y sirvió de nexo de unión para todos los rincones y detalles de la celebración, como lazos y flores en las mesas.
Ya desde el momento en que llegaban los invitados se encontraron con un bodegón de bienvenida formado por una bicicleta, paniculata y las iniciales de los novios. A continuación, la bajada al cóctel, decorada con tul blanco.
Nada más llegar, las invitadas quedaron encantadas con el primer detalle, un salvatacón para que el césped no dañara sus tacones y pudieran disfrutar cómodas de la boda.
Además, se contó con la presencia de una de las profesionales de Marikay en un rincón para que pudieran retocarse y estar guapísimas, ¡fue todo un éxito!
En una boda no deben faltar los detalles emotivos que hagan referencia a los novios, su personalidad y en este caso, las personas que son importantes para ellos, sus padres. Como homenaje, colocaron en algunos de los árboles fotos de sus bodas y también de ellos mismos, tras el fantástico reportaje de pre boda que habían realizado.
El toque personal destacó también en los detalles que regalaron los novios. Ella, un labial hecho por ella misma sabor cereza y coco, y él como buen cofrade, bolsitas de incienso.
Con el baile de los novios se abrió la barra libre, decorada con el árbol de los deseos en el que los invitados dejaron su huella en gris, plata y dorado, y con un photocall de lazos de los tonos de la boda con atrezzo de disfraces. Bailaron un tema romántico que es todo un clásico, ‘Contigo aprendí’ en la versión del cantante favorito de Ana, Alejandro Fernández a dúo con Malú. Como no, nuestro carro de chuches volvió a ponerle el toque dulce a la fiesta, ¡es un acierto seguro!
Una boda preciosa que no habría salido tan redonda sin la colaboración de Floristería La Buganvilla, Patricia de Marikay (un placer trabajar contigo), y todo el equipo de Baviera Golf.
Y a vosotros, Ana y Salva, hemos disfrutado muchísimo con la organización de la boda, con nuestras reuniones semanales de cafetería para ver todas las novedades y sobre todo porque sois estupendos, alegres y divertidos. Gracias por hacernos partícipes de ese día, ¡os deseamos todo lo mejor!