Una de las cosas a tener en cuenta es que no debe vestir del color de la madrina, y para ello es mejor acordar previamente los colores que se van a emplear en las fotos. Y es que se corre el riesgo de parecer Pili y Mili en el reportaje fotográfico.
El largo del vestido va marcado en cierto modo por la madrina. Y es que si esta va de largo, la madre de la novia podrá elegir pero si la madrina elige un vestido corto, la madre de la novia deberá también hacer lo mismo.
Nuestra elección es un vestido sencillo pero con un corte y diseño de calidad, acompañado de complementos que consigan un look de 10. Una pamela, unos bonitos pendientes o un broche, un tocado que estilice, un bolso de mano y unos zapatos de tacón serán los mejores aliados.
En cuanto a los colores, aunque los pastel y los menos llamativos como el gris perla o azulado son acierto seguro, también se puede apostar por otros más llamativos, como el rojo o el frambuesa. En el caso de no querer mostrar las piernas pero que se trate una boda de día, es recomendable acudir a un dos piezas de pantalón, preferiblemente con la pata ancha, y con tejidos especiales. Otra opción de dos piezas que siempre es acierto seguro es emular a Rania de Jordania en la boda de los hoy Reyes, con una falda larga y una blusa de caída exquisita. Y volviendo a referencias que todos tenemos en la cabeza, una madre de la novia 10 fue Carole Middleton en la boda de los Duques de Cambridge.
Los estampados están también permitidos, y si la madrina va de un sólo color, podrás contrastar. Sí a los guantes, a todo aquello que te haga sentir especial y guapa, las perlas y los turbantes.
Porque también es su gran día, el de la boda de la que siempre será, su niña. ¿Quieres que te ayudemos o asesoremos en tu gran día? Contacta con nosotras.