Y es que las bodas son el evento por excelencia, aquel que te permite sacar tu mejor yo y lucir tus mejores galas, pero eso no significa que todo vale ni que tengas que parecer un árbol de navidad. Existe un dress code para invitadas y la diferencia principal, en lo primero que te tienes que fijar, es en la hora del enlace.
¿De día o de noche?
Las bodas de día se suelen celebrar a partir de las 12 del mediodía y lo adecuado es apostar por vestidos sencillos y colores suaves, como los empolvados. La mejor opción es un vestido tipo cóctel, a la rodilla o bien un poco por arriba o un poco por debajo. Además las dos piezas, como falda y blusa/chaqueta, y los monos también son una buena opción para una boda de día.
El día es el momento perfecto también para llevar pamelas y tocados llamativos, siempre mejor si están combinados con prendas más sencillas. Este año se llevan además los pendientes muy llamativos, y pueden ser el complemento perfecto para tu boda de día pero recuerda, con diseños barrocos o cargados, mejor discreción (y al revés).
Existen mil opciones para todos los estilos y bolsillos, tanto en las tiendas de toda la vida como en las tiendas online.
Por la noche bajan los largos y sube la sofisticación a la vez que se minimizan los tocados. El el momento de sacar las lentejuelas y los palazzos, eso sí, tanto de día como de noche, un buen zapato pero que sea cómodo.
¿Se pueden aplicar las tendencias a las invitadas? ¡Claro! Este año los volantes y los bordados van a protagonizar muchas de las bodas a las que asistamos. Se llevan también las siluetas midi, las coronas de flores, los escotes traseros… Pero recuerda que lo fundamental es que te sientas bien contigo misma, que te vistas siempre acorde a tu estilo personal… y al de la boda.
Porque también es fundamental saber cuál será el dresscode de la ceremonia y cómo quieren los novios que vayan los invitados. ¿Es una fiesta ibicenca? ¿Nada de tacones porque se celebra en la playa? ¿Todo el mundo de largo? ¿Es una celebración informal?
Y es que al fin y al cabo… ¡es su gran día!