Hoy queremos hablaros de una boda muy especial por varias razones. La primera es el tiempo, decidieron casarse en febrero por lo que teníamos que planificar y actuar ¡¡ya!! Pero con buenas ideas, profesionalidad y unos novios como Macarena y Miguel, todo es posible.
Ellos querían que la boda se celebrara en un ambiente distendido, sin formalidades, en el que las personas a quienes más quieren se encontraran relajados y dispuestos a pasarlo bien, y ellos también.
El primer paso para lograr ese ambiente tan especial fue la localización, en un chiringuito a pie de playa. La ceremonia se celebró en la arena, con el mar de fondo, y con multitud de detalles. Desde las estrellas de mar y los pétalos que marcaban el camino hacia el altar, hasta el tul blanco o las sombrillas con corazones, todo ayudaba a crear un ambiente mágico. Otra razón más para ser especial.
La llegada de los novios fue sencillamente espectacular, en una preciosa furgoneta vintage Volkswagen azul turquesa decorada y con una alegría que anticipaba un día que no iban a olvidar nunca. Junto a ellos, su peque, la otra gran protagonista del evento. La banda sonora para este gran momento no podía ser otra que una versión flamenca de “Imagine” de John Lennon . Y van tres razones.
Para convertir el lugar del cóctel en un espacio único, dispusimos distintos puestos temáticos donde los invitados podía elegir entre las distintas exquisiteces preparadas por Doña Francisquita. La furgoneta se transformó en un original puesto de mojitos, que terminó siendo el meeting point de los invitados. Todo ello adornado por una decoración basada en flores en tonos fuertes mezclados con productos de la huerta. ¿Os habéis fijado en las macetas de coles y lechugas? ¡Y son cuatro!
Las iniciales de los novios también han tenido un fuerte protagonismo en la decoración, en rincones temáticos como el dedicado a poner a disposición de los invitados sombrillas, abanicos y sombreros con los que protegerse del sol.
Detalles marineros en cada rincón que recordaban que era una boda a la orilla del mar, y una flor, la gerbera, como elemento cohesionador de todos los arreglos florales.
Uno de los rincones más especiales fue el tocador de señoras, con productos de maquillaje y perfumería para todos los gustos y una palabra muy de toda la vida: Adecentarse. ¿A qué suena un poco a madre? (Creo que hemos perdido la cuenta).
En definitiva, un día muy especial, unos novios felices, unos invitados entregados y unas organizadoras de eventos encantadas de formar parte de esta boda. Queremos agradecer a nuestros incondicionales compañeros su profesionalidad y compromiso con cada una de nuestras locuras, a las que nunca dicen un «no puedo»: ejeventos , decoración chill out , Great Sound, Daniel Diaz fotografía, la floristeria la buganvilla, que decoro y se volcaron muchísimo para que todo saliera precioso y al catering Doña Francisquita.
Por último, ¡¡gracias, gracias, gracias!! a Macarena y Miguel por permitirnos compartir con vosotros todos los preparativos y a todos los profesionales que colaboran con Mys Eventos para ayudarnos a hacer realidad una boda de ensueño. (Y esta última, las personas, son la razón más especial de todas ;-))